En 2004, en la cumbre del G8, Greenpeace y el primer ministro de Japón presentan la regla de las tres R, una iniciativa que propone hábitos que reduzcan los residuos urbanos y cuidar más nuestro planeta.
Estas tres R hacen referencia a las palabras reducir, reutilizar y reciclar, pasos básicos que debería llevar a cabo la sociedad. Son cambios de hábitos que minimizarían el deterioro ambiental y supondrían una transformación en el modelo productivo: pasar de un modelo lineal a un modelo de economía circular en el que busquemos la optimización de recursos, la reducción del consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos, reciclándolos o dándoles una nueva vida para convertirlos en nuevos productos.
El modelo lineal
Se basa en el modelo de usar y tirar, que necesita grandes cantidades de materiales y energía. El Parlamento Europeo y la sociedad nos piden que se tomen medidas para dejar atrás este modelo.
El modelo de economía circular
Es un modelo de producción y consumo que implica reducir los residuos al mínimo. Cuando un producto llega al final de su vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible. De esta forma, se pueden utilizar una y otra vez.
Existen diferentes motivos que justifican el cambio a una economía circular:
El Ayuntamiento de Redondela busca concienciar a los vecinos y vecinas de la importancia de la economía circular y la necesidad del reciclaje y estimular la participación ciudadana en la lucha contra el deterioro del planeta mediante la reducción, la reutilización y el reciclaje de los productos que consumimos.
A las tres R se les ha añadido una nueva iniciativa, la regla de las siete R, que supone preocuparnos por otros conceptos, como el ecodiseño y la reparación. Se amplían así de tres a siete las acciones que debemos realizar para combatir el deterioro ambiental y el cambio climático.
- Rediseñar: diseñar los productos teniendo en cuenta el medio ambiente y basándose en el ecodiseño.
- Reducir: para cuidar el medio ambiente, debemos reducir también la cantidad de productos que consumimos y los residuos que generamos.
- Reutilizar: prolongar la vida útil de los productos, ya sea usándolos de nuevo o dándoles nuevas vidas a través de manualidades o bricolaje.
- Reparar: normalmente, reparar un producto estropeado siempre es más barato y mejor para el medio ambiente. Se ahorran materias primas y energía y se reducen los residuos.
- Renovar: actualizar los objetos antiguos para que puedan volver a servir para aquello para lo cual fueron creados.
- Recuperar: consiste en recoger materiales que ya se usaron para reintroducirlos en el proceso productivo.
- Reciclar: convertir residuos en nuevos productos o en materia prima para su posterior utilización.